La iniciativa ya fue enviada a la Comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones de la Cámara de Diputados, donde se espera el comienzo de su trámite en el próximo período legislativo, previsto para marzo venidero.
Hoy día es fundamental regular adecuadamente estas plataformas para que cumplan su función y garanticen una información veraz, exenta de fake news y sin descalificaciones de ningún tipo o, al menos, con el derecho a defenderse en caso de que esto suceda, dijo a la radio BioBio el parlamentario Tomás Hirsch.
El proyecto estipula varias normas para asegurar la transparencia en el funcionamiento de las redes, entre estas que las plataformas digitales con un alcance de más del 10 por ciento de la población se registren como sociedades en el país o tengan un representante legal al cual se pueda apelar en caso de un conflicto.
También aboga por establecer un mecanismo para eliminar información que afecte a las personas o a determinadas comunidades y pedir a las empresas transparentar el uso de algoritmos.
La propuesta incluye multas para la plataforma o red que no cumpla con la normativa.
La desinformación y las noticias falsas permearon la pasada campaña para las elecciones presidenciales chilenas.
Varios de los ataques estuvieron dirigidos a desacreditar al ahora presidente electo, Gabriel Boric, y también a la Asamblea Constituyente, encargada de redactar una carta magna en sustitución de la vigente desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Un artículo publicado por el diario digital El Mostrador luego de los comicios, denunció la estrategia desplegada por el aspirante de la ultraderecha, José Antonio Kast, para afectar la imagen de su contrincante.
Fake news, discurso de odio y trampa electoral: el explosivo estilo de campaña que llegó a Chile, se tituló el trabajo del profesor Pedro Santander.
El analista hizo un llamado al debate en torno a estos tres elementos que –dijo- como se ha podido apreciar pública y notoriamente en otros países, lastiman la convivencia nacional, fomentan la violencia social y erosionan profundamente la democracia.
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