El miembro del TSC teniente general Shams Eddin Kabbashi aseguró que se mantienen los esfuerzos para resolver la crisis política mediante el diálogo exhaustivo entre las fuerzas políticas y otros componentes del país.
Durante una conversación telefónica la víspera con la subsecretaria norteamericana de Estado para Asuntos Africanos, Molly Phee, Kabbashi le dijo que buscan un acuerdo sobre el mecanismo adecuado para el nombramiento de un nuevo primer ministro y la formación de su gabinete lo antes posible, señaló la agencia oficial SUNA.
No obstante, los medios locales anunciaron el fallecimiento de un hombre con heridas de bala durante una manifestación la víspera, en la que hubo otras dos víctimas fatales.
Desde el 25 de octubre, cuando el general Abdel Fattah al Burhan dio un golpe de Estado, se contabilizaron 60 decesos entre los civiles que se oponen al hecho y al posterior acuerdo que devolvió el cargo de primer ministro a Abdallah Hamdok, quien renunció esta semana.
La crisis sudanesa, que tuvo su punto álgido en abril de 2019 con el derrocamiento del presidente Omar al Bashir, se agravó hace unos días con la salida de Hamdok a causa de los obstáculos interpuestos por el Consejo (que encabeza al Burhan) para adoptar decisiones de peso, especialmente en la formación de su gabinete.
De acuerdo con la versión de la agencia local, la embajadora estadounidense ofreció su apoyo a las autoridades golpistas para apoyar un diálogo con facilitación internacional que lleve a un consenso nacional en aras de finalizar la transición.
Mediante el acuerdo político del 21 de noviembre entre al Burhan y Hamdok, y que fue rechazado por casi toda la oposición, las partes se comprometían a convocar elecciones generales en una fecha no definida de 2023.
Sin embargo, con la salida del ahora exjefe de gobierno no está claro si ese calendario se llevará a vías de hecho, mientras crecen los reclamos entre la población y diversas fuerzas políticas para que los militares regresen a los cuarteles y se entregue al poder a civiles.
Curiosamente en la llamada telefónica, originada desde Washington, las dos partes coincidieron en el derecho a las manifestaciones pacíficas, y en la necesidad de revisar y desarrollar métodos para hacer frente a las manifestaciones.
También hicieron hincapié en una investigación transparente de los abusos que las acompañaron, y en hacer rendir cuentas a los responsables.
Más de dos meses después de la asonada, ningún tribunal en Jartum ni en las ciudades más cercanas (epicentros de las protestas) comenzó proceso alguno contra responsables de la violencia, destacan expertos locales.
Un sindicato independiente de médicos denunció que varios de los decesos se produjeron después que las fuerzas de seguridad utilizaron armas de fuego contra los manifestantes pacíficos.
En tanto, se conoció hoy que el jueves llegó a esta capital el asesor presidencial para Asuntos de Seguridad Tut Gatluak, enviado por el presidente sursudanés Salva Kiir, para mediar en la crisis de su vecino país, del que se escindió en 2011.
Durante declaraciones previas, Gatluak dijo al Sudantribune que llevaba un mandato de discutir formas para mejorar la estabilidad de Sudán, estratégico para Sudán del Sur y el resto de la región.
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