«Kazajastán es miembro de la Asociación para la Paz de la OTAN desde 1994. Fue el único país de Asia Central que envió un contingente militar para luchar en la guerra de Afganistán bajo la bandera de la OTAN.
Kazajstán estaba siendo preparado como un miembro potencial de la OTAN, como Ucrania y Georgia. Todo eso parece ahora una quimera», apuntó el análisis.
Indianpunchline abordó declaraciones del secretario de Estado, Antony Blinken, el viernes las cuales dejan entrever que Occidente fue sorprendido por el pedido de ayuda del presidente kazajo Kasim-Jomard Tokaev a los miembros de la OTSC (Rusia, Belarús, Armenia, Kazajastán, Kirguistán y Tayikistán) para desarticular las revueltas organizadas desde el exterior.
Para el jefe de la diplomacia estadounidense “no está claro por qué sienten (los kazajos) la necesidad de una ayuda exterior, así que estamos intentando saber más al respecto», segun dijo.
Blinken subrayó con indignación, estimó Indianpunchline, que Washington espera que «tiene que haber una resolución de esta crisis que respete los derechos… que incluya la protección de los derechos de cualquier manifestante pacífico», algo que a juicio de la publicación es parte del libreto de los llamados golpes blandos auspiciados por Estados Unidos.
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Evidentemente, los dramáticos acontecimientos -las protestas que estallaron el 2 de enero y que culminaron con la decisión de la OTSC de desplegar tropas tres días después- cogieron a Washington totalmente por sorpresa, amplió el informe.
La Administración de Biden estaba en un estado de ánimo triunfalista por la emboscada al Kremlin en Ucrania y lo que menos esperaba era un despliegue ruso en una coyuntura tan crucial en Kazajstán. La inquietud mezclada con el desconcierto y la furia en el tono de Blinken es evidente, aseveró.
En sus valoraciones la publicación sostuvo que Washington creó focos de influencia, especialmente entre los jóvenes y los nacionalistas kazajos, y alimentando las tensiones latentes entre la población originaria y la rusa étnica.
Asimismo, agregó, los diplomáticos estadounidenses se esforzaron por crear percepciones negativas respecto a China en la opinión pública kazaja. El sentimiento de frustración de Blinken debe entenderse desde esta perspectiva,concluyó el análisis.
oda/lb