De acuerdo con funcionarios en la Gobernación citados por la agencia SANA, los armados se entregaron voluntariamente al Ejército en el marco de una iniciativa lanzada en esta demarcación a partir del 14 de noviembre pasado e incluye la concesión de amnistía a todos los militares fugitivos e irregulares que entreguen sus armas.
Un similar proceso se aplicó en la provincia de Deraa, en el sur del país, donde fueron indultados casi ocho mil personas entre armados, fugitivos y desertores.
El Ejército sirio amplió sus políticas basadas en la reconciliación para recuperar la normalidad en determinadas provincias y regiones sin recurrir a operaciones militares que podrían provocar pérdidas materiales y de vidas humanas.
Según reveló el ministro de Administración Municipal, Husein Makhlouf, hasta la fecha se normalizó el estado legal de más de 40 mil fugitivos y prófugos en las provincias de Deraa, Deir Ezzor, Hasakeh y Quneitra.
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