El sindicato independiente de médicos dijo que el hombre falleció en la ciudad de Jartum Norte, al norte de esta capital, durante las manifestaciones de este jueves contra la asonada del 25 de octubre del año pasado.
Desde esa fecha, y a pesar de los amagos del líder golpista general Abdel Fattah al Burhan de retornar a su puesto al ahora dimitente primer ministro Abdallah Hamdok, los participantes en las protestas exigen el retorno de un gobierno civil.
Tal ejecutivo de tecnócratas debe concluir la transición tras el derrocamiento en abril de 2019 del presidente Omar al Bashir.
Los médicos contabilizaron casi 70 muertos por la represión de las fuerzas de seguridad desde el 25 de octubre e incluso aseguraron que varios perecieron tras recibir heridas con munición real, un hecho negado por la policía.
La agencia oficial SUNA reportó la víspera el fallecimiento del general de brigada Ali Barima Hammad, quien se encontraba fuera del Laboratorio Nacional de Sudán, en las cercanías del palacio presidencial, la sede del Consejo Soberano de Transición (CST), la máxima instancia hasta la probable realización de elecciones en 2023.
El CST es encabezado por al Burhan, quien además es el comandante en jefe de las fuerzas armadas.
Tras el golpe, el 21 de noviembre al Burhan y Hamdok firmaron un acuerdo político para completar la transición, un hecho que no frenó el rechazo en Jartum y otras ciudades cercanas.
Además de hablarse de unos 130 heridos la víspera, la Red de Periodistas Sudaneses denunció que una periodista fue agredida y otro casi arrollado por un vehículo militar durante las manifestaciones, anunció el portal de noticias Sudan Tribune.
El ritmo de las manifestaciones prosigue a pesar de que la semana pasada la Organización de Naciones Unidas (ONU) presentó una iniciativa de buenos oficios para reencarrilar la transición, lo cual fue aplaudido por los militares pero recibido tibiamente por la oposición que mayoritariamente reclama el retorno a los cuarteles de los uniformados.
La renuncia de Hamdok a principios de este año complejizó más el panorama de inestabilidad política en el país, con más de 43,8 millones de habitantes.
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