La directora del museo,Yuneysi González, explicó a Prensa Latina que en ese propósito se insertó la visita realizada por turoperadores que valoraron la riqueza documental y patrimonial allí exhibida, la cual se remite a un legado secular iniciado por Esteban Salas en la capilla de la Catedral.
Ese empeño ampliará las alternativas culturales de las rutas para los visitantes, entre las cuales está también el Museo del Carnaval, enclavado en el centro histórico y con la prominencia de la declaración de esos festejos como Patrimonio Cultural de la nación, indicó.
González aludió también a la necesaria coordinación con los centros de la enseñanza artística en la urbe en pos de acercar a estudiantes y profesores a ese caudal de conocimientos e información, así como al acercamiento a prominentes músicos santiagueros, dentro y fuera de Cuba.
Cinco salas conforman la muestra museográfica, con énfasis en géneros raigales como la trova, el son, el bolero y el canto coral, además de una consagrada a la música de conciertos nombrada como la eminente pedagoga Dulce María Serret.
Uno de los espacios se dedica a la llamada música culta, bajo la evocación del Maestro Harold Gramatges, Premio Nacional de Música y primer cubano galardonado con el Premio Iberoamericano Tomás Luis de Victoria, que otorga la Sociedad General de Autores y Editores de España.
Con los nombres también antológicos de Miguel Matamoros, Electo Rosell (Chepín), Electo Silva y Laureano Fuentes, el museo conserva instrumentos musicales, partituras, objetos personales y otros bienes pertenecientes a artistas santiagueros inscritos en las cumbres sonoras del país.
Inaugurado en 2015 al calor de los 500 años de la villa, el recinto satisfizo un anhelo de larga data entre creadores, autoridades y la población, que con legítimo orgullo acunan a la emblemática Casa de la Trova, la más antigua de Cuba y devenida un templo del pentagrama tradicional.
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