Exploramos cómo la vida primitiva pudo haberse producido en este planeta a partir de materiales simples no vivos, precisaron los implicados en el artículo divulgado, investigadores todos de la universidad del estado de New Jersey.
Preguntaron qué propiedades definen la existencia humana y animal tal como se conoce actualmente y concluyeron en el texto que cualquier cosa viva habría necesitado recolectar y usar energía, de fuentes como el Sol o hidrotermales.
Los autores exploraron la combinación de las proteínas que se unen a los metales, pues estos últimos son los mejores elementos para la transferencia de electrones y la mayoría de las actividades biológicas las llevan a cabo las primeras.
«Vimos que los núcleos de unión a metales de las proteínas existentes son de hecho similares, aunque las propias proteínas pueden no serlo», precisó la autora principal, Yana Bromberg.
También comprobamos que estos núcleos de unión de metal a menudo se componen de subestructuras repetidas, como ladrillos o bloques de Lego, añadió la profesora del departamento de Bioquímica y Microbiología.
Curiosamente, estos se encontraron igualmente en distintas regiones de las proteínas, no solo en los núcleos de unión a metales, y en muchas otras que no consideramos, subrayó.
Expertos en el tema comentaron que tales revelaciones responden a una de las interrogantes más profundas de la biología e indican el origen de la transferencia de electrones.
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