En febrero habrá mucha presión en los centros de salud de todo el país si las cifras de contagios siguen en aumento a este ritmo, alertó la presidenta de esa organización, Susanne Johna, en declaraciones publicadas por medios del grupo Funke.
No se trata solo de un mayor número de pacientes sino de una baja previsible entre los empleados del personal médico y de enfermería por los posibles contagios y su consecuente aislamiento.
Un aumento en las infecciones entre el personal hospitalario conduciría a una situación en la que «la atención a la población ya no estaría a la altura de lo habitual», agregó Johna.
De su lado la asociación de prestadores de servicios sociales en el sector privado, que representa, entre otras entidades, a 12 mil residencias de ancianos, advirtió de la amenaza que supone el agravamiento de la escasez de personal de enfermería.
Su presidente, Bernd Meurer, declaró a la prensa que ya se alcanzaron los límites de la carga de trabajo por lo que no se pueden admitir más bajas de personal.
Los empleados de instituciones como residencias de ancianos y clínicas en Alemania deben presentar antes del 15 de marzo una prueba de vacunación completa o de recuperación de la Covid-19, según la normativa vigente hoy.
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