Me siento bendecido porque este álbum es hoy una realidad. Soy un joven que crecí escuchando la música cubana después del triunfo de la Revolución marcada por Irakere y Los Van Van, afirmó en la penúltima sesión del Coloquio Internacional Leonardo Acosta in memoriam.
Quise reverenciar la música de Formell desde mi formación como arreglista y compositor. Dar la oportunidad a otros jóvenes artistas para demostrar cuánto hemos bailado y disfrutado con su creación, dijo.
Para ello convocó a dos generaciones de cantantes integradas por Mayito Rivera, Haila María Mompié, Alain Pérez, Mandy Cantero, Arlenys Rodriguez, Luna Manzanares, Telmary Díaz, David Blanco y Teresa Yanet que, igualmente, encuentran ejemplo e inspiración en el fundador de Los Van Van.
González concentró, además, a invitados de notable prestigio que le acompañaron en ese ejercicio de la gratitud a Formell como el Premio Nacional de Música, César Pupi Pedroso.
Además, contó con Zenaida Castro junto a la Camerata Romeu porque «no podía meterme en el medio de la línea sonora de Los Van Van, ahí estaba todo perfecto».
Con las notas discográficas de la musicóloga Neris González, el DVD Dayramir González. Tributo a Formell y los Van Van actualmente privilegia el catálogo del sello Unicornio de Producciones Abdala.
Pensé que si fuera un francés sin tener ningún tipo de influencia sobre música cubana, ¿qué podría hacer armónicamente?, y apelé a otros recursos para el disco que se concibió en una semana, declaró el músico a Prensa Latina.
Al decir del primer cubano egresado del Berklee College of Music, el material fonográfico presenta los cuatro pilares que le definen como compositor.
En ese sentido mencionó la música clásica en alusión directa a Manuel Saumell e Ignacio Cervantes; la tradicional cubana del Benny Moré o la Orquesta Aragón y el jazz bebido de los estadounidenses Duke Ellington o Earth, Wind and Fire.
Sobre la probada capacidad del denominado Tren de Cuba para trascender y sumar a nuevas generaciones en su viaje musical, el fundador de Habana en Trance añadió que «ha logrado competir con las sonoridades posteriores»
Van Van mantiene «ese sello claro que le otorgan trombón, flauta, piano, cuerdas, y el montuno», subrayó.
Si bien el sonido de la orquesta le atrapó de modo consciente cuando era un estudiante de la Escuela Nacional de Arte a inicios de los 2000 para ya no dejarlo ir jamás; advirtió que lo retoma en cuanto escenario internacional representa a la mayor de las Antillas.
Mi padre debe estar muy orgulloso por este trabajo y dedicación de Dayramir que posee un gran valor tanto para el jazz como la música cubana, enfatizó Samuel Formell, heredero del legado Van Van y actual líder de la emblemática agrupación.
Ante el público del Coloquio Internacional Leonardo Acosta in memoriam, el artista catalogó a Formell como “un cronista social impresionante que recogió las vivencias y el decir de los cubanos en los años 70 y 80”.
González, que se mueve cómodo entre el jazz afrocubano y la música clásica, ha conquistado al público del 37 Jazz Plaza tras actuar en dos escenarios muy concurridos como el Centro Cultural Bertolt Brecht y el Teatro América junto a instrumentistas de Estados Unidos.
Precisamente, en la nación norteña completó sus estudios musicales y acompañó en el Carnegie Hall a leyendas del género como Bebo y Chucho Valdés, uno de sus mentores.
Desde el inicio de su carrera ligada al conjunto de jazz afrocubano Diákara a la edad de 16 años, el ganador del festival JoJazz de La Habana en dos años consecutivos mantuvo su ascenso en el panorama nacional.
Ello se debió al álbum debut Dayramir & Habana que mereció tres premios Cubadisco en 2007.
Importantes publicaciones de prestigio como Mojo, Time, Paste, The Guardian, The New York Times, Vinyl Factory, Uncut, The New Yorker y Wire lo colocaron entre los mejores exponentes de la nueva generación del jazz cubano.
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