En este sentido, las autoridades anunciaron la apertura de seis centros culturales en las prisiones centrales de las provincias de Damasco, Homs y Tartous como parte de un plan firmado en 2017 entre los ministerios de Cultura e Interior de esta nación árabe.
Pretendemos rehabilitar los presos para lograr un cambio en la estructura del conocimiento y reintegrarlos al tejido social y puedan asumir su papel como individuos activos en la sociedad cuando sean liberados, dijo Bassam Dayoub, director de Enseñanza de Adultos y Fomento Cultural del Ministerio de Cultura.
Explicó que estos centros organizan cursos de alfabetización digital, exhibiciones de arte, espectáculos teatrales y cinematográficas, además de disponer de bibliotecas que contienen miles de títulos de las publicaciones.
A su vez, el jefe del Departamento de Prisiones en el Ministerio del Interior, el general Jassim al-Hamad, dijo que estos centros surgen de la necesidad de adiestrar cultural y cognitivamente a estos reclusos que son arrestados y condenados por diferentes delitos.
Empleamos varias disciplinas culturales como la música, el canto, el libro, el teatro y el arte para consolidar los conceptos de diálogo y aceptación del otro, además de potenciar el espíritu de ciudadanía y la superación de las repercusiones de la crisis, dijo el oficial.
Reveló que se tomarán más medidas dentro de las cárceles para reforzar la atención psicológica y científica lo que contribuye, según afirma, a incentivar a los penados a iniciar una nueva vida sana.
Según medios y analistas, el conflicto prolongado durante casi 11 años y la difícil situación que vive el país a consecuencia de lo bloqueo incrementaron los delitos de carácter social en Siria, lo cual llevó las autoridades a tomar medidas para superar estas secuelas de la guerra.
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