Los agentes eran miembros del departamento en la localidad de Kusel y fueron ultimados por motivos que se desconocen, según las investigaciones preliminares.
Tenían 24 y 29 años de edad y tras ser agredidos enviaron un mensaje de socorro pero la ayuda acudió demasiado tarde.
La primera ministra del estado, Malu Dreyer ordenó que las banderas ondeen a media asta en señal de duelo por lo que calificó de “crimen horrible».
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