El Congreso de Personal Profesional de la Ciudad Universitaria de Nueva York (PSC por sus siglas en inglés), afiliado a la Federación Americana de Profesores, aprobó una resolución en la que exhorta a Biden que ponga fin a las medidas coercitivas contra la isla, recrudecidas durante la administración de Donald Trump (2017-2021).
En el texto, enviado a Prensa Latina, la organización calificó esas políticas de “inhumanas e injustas” e instó al mandatario demócrata y al Congreso que eliminen las restricciones de viaje de los residentes estadounidenses a Cuba y también para los ciudadanos de la nación vecina a este país.
Dijo que ese cerco unilateral de Washington restringió gravemente la colaboración en la investigación científica y médica que interfiere con el potencial de salvar vidas frente a la actual pandemia de Covid-19.
En ese sentido, destacó que, pese al bloqueo, Cuba pudo desarrollar vacunas propias para inmunizar a su población contra la enfermedad.
La Ciudad Universitaria de Nueva York, una institución que cuenta con el colectivo estudiantil más diverso de Estados Unidos, tiene programas de intercambio educativo y de solidaridad con Cuba, señaló.
Por lo tanto, las restricciones a los viajes y al intercambio perjudican tanto a alumnos y profesores estadounidenses como cubanos, argumentó la resolución.
El documento ponderó la solidaridad de la mayor de las Antillas con el pueblo de Estados Unidos, en particular al proporcionar la posibilidad para la formación médica de estudiantes de bajos ingresos de comunidades de afroamericanos y otras que aquí son desatendidas.
También resaltó “la larga historia de ayuda médica internacional y asistencia sanitaria a los pueblos del mundo” poniendo como ejemplo al Contingente Henry Reeve, cuya labor consideró decisiva para combatir la Covid-19, y antes el Ébola en África y muchas epidemias en el resto del planeta.
El PSC recordó en su pronunciamiento que en 29 ocasiones desde 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó “abrumadoramente a favor del levantamiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba”.
Reconoció que, a pesar de esas medidas punitivas, “Cuba es un país que prioriza la educación y gasta el 13 por ciento de su PIB en educación pública universal, el más alto de cualquier nación”.
A su vez, el sindicato advirtió que el Gobierno de Estados Unidos no cesa en sus intentos de socavar el progreso y ejemplo de Cuba en las áreas educativas y médicas, y rechazó los intentos de utilizar las dificultades económicas causadas por esa política hostil para tratar de lograr el llamado cambio de régimen.
El 3 de febrero de 1962 el entonces presidente demócrata John F. Kennedy oficializó el bloqueo a Cuba mediante la Orden Ejecutiva 3447.
Décadas después otro demócrata, William Clinton, firmó el 12 de marzo de 1996 la Ley Pública No. 104-114, “Ley para la libertad y la solidaridad democráticas cubanas (Ley Libertad)”, conocida como Helms-Burton, que codificó el bloqueo y fortaleció su alcance extraterritorial.
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