Publicado en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences, los resultados precisaron un total de 73 mil 274 registradas en la mayor base de datos de bosques reunida hasta la fecha, obra de un centenar de científicos.
De esa cifra, subrayó el texto, Sudamérica tiene el mayor número estimado de especies de árboles raras (unas ocho mil 200) y el más grande porcentaje de la región (49) de especies endémicas, es decir, que sólo se encuentran en la zona.
Entre los puntos calientes de las especies arbóreas sudamericanas aún por hallar destacan probablemente los bosques húmedos tropicales y subtropicales de la cuenca del Amazonas, así como los andinos situados a una altura de entre mil metros y tres mil 500 metros.
Más allá de las 27 mil especies de árboles conocidas en Sudamérica, podría haber otras cuatro mil no descubiertas y la mayoría podrían ser endémicas, explicó el ecólogo forestal de la universidad norteamericana de Michigan Peter Reich, uno de los dos autores principales del trabajo.
Al establecer un punto de referencia cuantitativo, contribuiremos a los esfuerzos de conservación de árboles y bosques y al futuro hallazgo de otros en ciertas partes del mundo, añadió el también director del Instituto de Biología del Cambio Global de la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la alta casa de estudios.
Los investigadores utilizaron novedosos métodos estadísticos, combinaron la información de abundancia y presencia de árboles de dos bases de datos globales, y confirmaron un 14 por ciento más del número de especies arbóreas conocidas.
Para los autores implicados, es probable que la mayoría de las especies no descubiertas sean raras, con poblaciones muy reducidas y una distribución espacial limitada.
Esto hace que sean especialmente vulnerables a las perturbaciones causadas por el hombre, como la deforestación y el cambio climático, advirtió el texto, que busca una prioridad en los esfuerzos de conservación de los bosques.
Las conclusiones ponen de manifiesto la vulnerabilidad de la biodiversidad forestal mundial a los cambios antropogénicos, en particular el uso del suelo y el clima, ya que la supervivencia de los taxones raros se ve desproporcionadamente amenazada por estas presiones, remarcó Reich.
Un amplio conocimiento de la riqueza y la diversidad de los árboles es fundamental para preservar la estabilidad y el funcionamiento de los ecosistemas, enfatizó el autor principal, Roberto Cazzolla, de la universidad de Bolonia, Italia.
mem/znc