Durante un programa especial transmitido por televisión y plataformas virtuales, a propósito del aniversario 60 de la firma de la orden ejecutiva que oficializó el cerco de Washington contra La Habana, las expertas señalaron que esa política impidió el acceso a materias primas necesarias para hacer frente a la actual pandemia.
La directora de Investigaciones Clínicas del Centro de Inmunología Molecular, Tania Crombet, subrayó el sufrimiento de Cuba por no poder contar durante el inicio de la emergencia sanitaria con medicamentos necesarios y eficaces contra la Covid-19, debido al bloqueo.
Según explicó, ello hizo que los científicos de la nación caribeña adaptaran los perfiles de fármacos propios y los utilizaran ante el padecimiento causado por el coronavirus SARS-CoV-2, con resultados satisfactorios.
Puntualizó que eso permitió tener bajos índices de gravedad, estado crítico y mortalidad asociados a esa dolencia.
Incluso, al comparar las estadísticas de Cuba y Estados Unidos, en cuanto a los indicadores de recuperación por ejemplo y las cifras de muertes, los números de la isla caribeña evidencian un mejor manejo de la enfermedad, remarcó Crombet.
La directora de Investigaciones del Instituto Finlay de Vacunas, Dagmar García, enfatizó en que el bloqueo norteamericano afecta los avances de investigación y que solo conseguir los reactivos para llevar adelante una idea puede demorar meses debido a las restricciones de la política.
“Si adquirimos los recursos en países como Bélgica o Alemania, el suministrador puede ser sancionado, aun cuando hace algo que permitiría salvar vidas”, ilustró.
La experta también refirió los problemas en la producción de vacunas cubanas contra la Covid-19, por las dificultades para obtener las materias primas necesarias.
Sin embargo, significó cómo los esfuerzos del Gobierno y el sector farmacéutico hicieron posible desarrollar los inmunógenos y vacunar de manera rápida.
La ciencia creó el camino de decisión para enfrentar la pandemia, y a pesar de la hostilidad de Estados Unidos, hoy Cuba tiene a cerca del 87 por ciento de su población completamente vacunada, incluidos niños de más de dos años, insistió García.
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