En una declaración, la organización en nombre de sus socios colectivos e individuales, condenó la aplicación del cerco “ilegal, injusto y criminal” por parte de las diferentes administraciones norteamericanas y su recrudecimiento en medio de la pandemia de Covid-19.
“Esta genocida política constituye un acto de agresión económica; viola el derecho internacional y el principio de igualdad soberana entre los Estados; y pretende revertir el sistema político y social que la población cubana ha decidido para sí, en pleno ejercicio de su autodeterminación”, subraya el texto.
También señala que el bloqueo atenta contra la cooperación internacional e impacta de manera muy negativa en la materialización en Cuba de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El conjunto de medidas coercitivas genera escaseces a la población del país caribeño, atenta contra su derecho a la alimentación y a la salud, quebranta el derecho a la vida, afecta sensiblemente a todos los ciudadanos, en particular a los sectores más vulnerables, como mujeres y niñas, precisa la ACNU.
“El bloqueo constituye el principal obstáculo para el desarrollo de nuestra nación”, en tanto contraviene la Carta de las Naciones Unidas y sus principios y propósitos fundacionales, indicó.
El 3 de febrero de 1962, el entonces presidente estadounidense, John F. Kennedy, firmó la orden ejecutiva 3447, que oficializó el cerco contra Cuba mantenido hasta la actualidad.
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