El aumento de la supervisión sobre la construcción de la Línea Seis, el mayor proyecto nacional de infraestructura en curso, surgió después que el socavón obligó al cierre de una importante avenida, añadió Folha de S.Paulo.
La inesperada aparición del cráter bajo dos carriles de la autopista Marginal Tiete, aunque sin pérdidas humanas, causó la clausura parcial de un transitado segmento de esa céntrica arteria del estado.
El nuevo trayecto del metro de Sao Paulo, a un costo de 12 mil millones de reales (dos mil 260 millones de dólares), comprende la ampliación y mantenimiento de la línea de 15,3 kilómetros y el funcionamiento de 22 trenes.
«Este proyecto es muy desafiante en términos de ingeniería, porque pasa por debajo de una área densamente poblada, que incluye muchas edificaciones», declaró la especialista en infraestructura Letícia Queiroz.
Según la experta, después de este accidente, “las autoridades estarán más atentas al avance de la obra y a la eventual formación de grietas en los edificios, problema que es común en estos proyectos».
El cráter apareció debajo de la autopista, tras romperse una gran línea del alcantarillado de la urbe, pero aún se investigan las causas del incidente.
Las obras del metro las ejecuta mediante un contrato de asociación público-privada la concesionaria Linha Universitária, consorcio liderado por el grupo español de infraestructura y energías renovables Acciona.
Esa entidad reinició en octubre de 2020 las referidas obras de construcción de la Línea Seis, que conectará los barrios de Brasilandia y Freguesia do Ó con el centro de Sao Paulo y se espera que comience a operar en 2025.
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