“Es impresionante poder disfrutar de nuevo de esta prestigiosa compañía después de dos años de ausencia y con un repertorio renovado. También hubo en el teatro mucha juventud”, dijo a Prensa Latina Kevin Ronald, mientras Aida Benítez confesó que “me fascina el ballet y me ha gustado mucho aunque extraño a los clásicos”.
“Excepcional que hayan venido a Matanzas a darnos este espectáculo, estoy muy complacida”, expresó Rosimary Ramírez, mientras para Llania Batista es un lujo presenciar al BNC después de su última presentación en la instalación matancera dos años atrás.
El programa, que incluyó obras de coreógrafos cubanos y extranjeros, contó con Love Fear Loss, La muerte de un cisne, el dúo de Otelo y Desdémona del Prólogo para una tragedia, Invierno, Suite géneris, y Majísimo.
El elenco, dirigido por la primera bailarina y directora general del BNC, Viengsay Valdés, estuvo encabezado por Sadaise Arencibia, Dani Hernández y Anette Delgado, con otras figuras como Chanell Cabrera, Daniela Gómez, Chavela Riera, Alianed Moreno, Yankiel Vázquez, Anyelo Montero, Yansiel Pujada y Darío Hernández.
Previo a la función, en el vestíbulo del inmueble se inauguró la exposición Detrás del Telón, de John Rowe, galardonado fotógrafo y cineasta norteamericano.
Sobre la muestra, Viengsay Valdés comentó a la prensa que “el autor se interesó mucho sobre el trabajo tras bambalinas de la compañía” y supo captar con su lente el esfuerzo de los bailarines, sus interrelaciones, o cómo se sienten antes de entrar a escena.
La actuación del BNC en esta tricentenaria urbe es considerada un suceso cultural y ansiado regalo para sus pobladores, excelentes anfitriones del ballet, en general, y del colectivo fundado por Alicia Alonso.
El Teatro Sauto, inaugurado 6 de abril de 1863, es una de la salas teatrales más relevantes de Cuba, símbolo y orgullo de Matanzas por su esplendor arquitectónico y jerarquía de artistas que han actuado en su tablado.
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