Como en las jornadas de viernes y sábado, el público llenó este domingo el aforo permitido en los protocolos sanitarios contra la Covid-19, y prodigó aplausos a las actuaciones de los integrantes de la afamada compañía.
Al término de la función y desde el propio tablado del Sauto, la primera bailarina y directora general del BNC, Viengsay Valdés, señaló a Prensa Latina que “con esta ovación y este recibimiento debemos volver”.
“Ya es una cita de por sí creada, el público se ha quedado muy ávido de poder apreciar al Ballet Nacional en otro repertorio, por eso debemos complacer y también para educar”, subrayó.
“Hemos hecho un esfuerzo grande por brindar diversisdad de coreografías pero además, que sean internacionalmente reconocidas y puedan ser apreciadas por nuestra audiencia”, agregó.
El programa incluyó obras cubanas y foráneas como Love Fear Loss, La muerte de un cisne, el dúo de Otelo y Desdémona del Prólogo para una tragedia, Invierno, Suite géneris, y Majísimo.
El elenco estuvo encabezado por Sadaise Arencibia, Dani Hernández y Anette Delgado, con otras figuras como Chanell Cabrera, Daniela Gómez, Chavela Riera, Alianed Moreno, Yankiel Vázquez, Anyelo Montero, Yansiel Pujada y Darío Hernández.
La actuación del BNC en esta tricentenaria urbe es considerada un suceso cultural y ansiado regalo para sus pobladores, excelentes anfitrionas del ballet, en general, y del colectivo fundado por Alicia Alonso.
El Teatro Sauto, inaugurado 6 de abril de 1863, es una de la salas teatrales más relevantes de Cuba, símbolo y orgullo de Matanzas por su esplendor arquitectónico y jerarquía de los artistas que actuaron en su escenario.
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