El único sobreviviente de los comandos que cometieron asesinatos en la sala de conciertos Bataclan, en restaurantes parisinos al aire libre y en el Stade de France trató de minimizar su papel dentro de la red terrorista, cuyos actos dejaron además 415 heridos.
“Quería decir hoy que no maté ni lastimé a nadie, ni siquiera causé un rasguño, no lo hice”, dijo Abdeslam, quien ratificó su pertenencia al Estado Islámico.
Asimismo, esgrimió en su defensa que renunció a hacer estallar su cinturón de explosivos, y consideró que en los casos por terrorismo son en extremo severas las sanciones para quienes no han asesinado.
Abdeslam es uno de los 14 acusados de algún tipo de complicidad con los yihadistas ejecutores de los ataques en 2015, en su inmensa mayoría abatidos por fuerzas de seguridad, mientras otros se inmolaron.
El juicio comenzó en esta capital el 8 de septiembre, y hace algunas semanas sufrió demoras en su calendario después de que el principal sospechoso en el proceso diera positivo a la Covid-19.
En fases previas del juicio, ofrecieron desgarradores testimonios sobrevivientes de los actos terroristas y familiares de las víctimas.
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