El financiamiento dirigido al proyecto Acceso Acelerado a Herramientas contra la Covid-19 (ACT-Accelerator) proporcionaría pruebas, tratamientos, vacunas y equipos de protección personal a las naciones de medianos y bajos ingresos, precisó la entidad en un comunicado.
El monto total de la iniciativa es de 23 mil 400 millones de dólares, pero la OMS prevé que la diferencia entre este y el apoyo de los Estados ricos sea aportado por los medianos, detalló el texto en una propuesta llamada participación justa.
La organización sanitaria de la Organización de las Naciones Unidas indicó que desde el inicio de la pandemia hasta el momento fueron administradas a nivel global más de cuatro mil 700 millones de pruebas para detectar el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
Sin embargo, acotó, países de bajos ingresos solo utilizaron alrededor de 22 millones de pruebas, lo cual representa el 0,4 por ciento de la cifra general.
La OMS alertó, además, que solo el 10 por ciento de las personas en naciones de bajos ingresos recibieron al menos una dosis de vacunas contra la enfermedad.
“Esta inequidad no solo cuesta vidas, sino que daña las economías y posibilita que persista el riesgo de variantes nuevas y más peligrosas que despojarían a las herramientas actuales de su eficacia y harían retroceder incluso a las poblaciones altamente inmunizadas durante muchos meses”, precisó.
Cerrar la brecha entre los Estados permitirá crear un fondo común de fármacos contra la pandemia de 600 millones de dosis, apoyar la participación de la comunidad y cubrir los costos auxiliares de las donaciones, remarcó el mensaje.
Ello contribuiría a los objetivos nacionales de vacunación hacia el objetivo global de cobertura del 70 por ciento en cada país a mediados del presente año, subrayó la OMS.
Incluyó, además, la compra de 700 millones de pruebas para dirigir las medidas de salud pública, ofrecer estrategias más eficaces de detección y tratamiento y realizar un seguimiento de la evolución del coronavirus.
Asimismo, en vista de procurar tratamientos para 120 millones de pacientes, proteger a los trabajadores sanitarios y apoyar nuevos ensayos clínicos de vacunas, completó.
«La rápida propagación de la variante Ómicron hace que sea aún más urgente garantizar que las pruebas, los tratamientos y las vacunas se distribuyan equitativamente en todo el orbe”, comentó el director general de la OMS, Tedros Adhanom.
La ciencia nos dio las herramientas para luchar contra la enfermedad, si se comparten a nivel planetario en solidaridad, podemos terminar con esta emergencia de salud en 2022, completó la autoridad.
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