El político advirtió que las consecuencias podrían ser catastróficas, convirtiéndose un enfrentamiento en el más mortífero desde la Segunda Guerra Mundial, a la vez que llamó a Washington y Moscú a acudir a una solución diplomática a la crisis.
Sanders, senador independiente por Vermont que casi siempre vota demócrata, dijo que “le preocupa enormemente cuando escucho los familiares redobles de tambor en Washington, la retórica belicosa que se amplifica antes de cada guerra».
«Las guerras rara vez resultan como los expertos nos dicen que lo harán. Sólo hay que preguntar a los funcionarios que proporcionaron escenarios de color de rosa para las guerras de Vietnam, Afganistán e Irak», apuntó.
En un reciente artículo en The Guardian, el senador citó estimados de que resultado de un enfrentamiento podrían haber más de 50 mil víctimas civiles en Ucrania, y millones de refugiados inundando los países vecinos.
Si la guerra se extiende a otras partes, lo que veríamos es aún más espeluznante, alertó el político.
Asimismo subrayó que las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos son una peligrosa provocación, refiriéndose a los planteamientos de activistas antibélicos.
«Una negativa simplista a reconocer las complejas raíces de las tensiones en la región socava la capacidad de los negociadores para alcanzar una resolución pacífica», dijo.
Sanders destacó algunas de las preocupaciones de Moscú, entre ellas la expansión de la OTAN hacia las antiguas repúblicas y la negativa de Washington a descartar el ingreso de Ucrania.
Pero mientras hay un esfuerzo por evitar sanciones que ralenticen la crisis, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Robert Menéndez (d) promueve su Ley de Defensa de la Soberanía de Ucrania de 2022, o como él la llama, la «Madre de todas las sanciones».
Su proyecto de ley impondría amplias acciones punitivas a los bancos rusos, a las empresas estatales, a las empresas energéticas y al gasoducto Nord Stream 2 si la Administración Biden considera que Rusia está participando en una escalada significativa de las hostilidades en Ucrania, según el borrador en negociación.
En el caso del gasoducto, el canciller alemán Olaf Scholz, no ha sido tan explícito como los estadounidenses, eludiendo declarar públicamente su muerte como trata de presentar Menéndez.
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