La intervención quirúrgica, primera de este tipo que se realiza a un lactante en el país, constituyó un reto científico y humano al enfrentarse a una niña con afección que cubría prácticamente el tórax y desplazaba estructuras vitales como la de respirar y el corazón.
“Con apenas 27 días de nacida, realizamos el diagnóstico que puso a prueba todas las capacidades de uno como médico», afirmó el cirujano Abel Armenteros, quien junto al doctor Eugenio Selman, director del Cardiocentro Pediátrico William Soler, de La Habana y otro grupo de galenos, hicieron posible este nuevo éxito de la medicina cubana.
“La pequeña desde el punto de vista cardiovascular está estable, es una niña normal sin secuela de la enfermedad y sin peligro a que se reproduzca”, afirmó el doctor Yosvany García, especialista en Cardiología del Hospital Infantil José Luis Miranda de Santa Clara.
Los padres de la niña operada, Lisyanet Marrero y Rafael Antonio Torna, expresaron su agradecimiento a todo el personal de la Salud y al pueblo por seguir la evolución de la niña.
“Es un día maravilloso de mi vida que nunca lo voy a olvidar, me marcho del hospital, llena de alegría y emoción de poder disfrutar en mi casa de mi nena devuelta a la vida”, afirmó la madre de la niña.
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