Los indocumentados habitan allí en «condiciones miserables», especialmente en la época de invierno, según un comunicado difundido hoy.
Tras el incendio del campo de Moria el pasado año y la sustitución por el de Kara Tepe, los campamentos “parecen ahora prisiones, con vallas y limitaciones a la libertad de movimiento», sentencia el texto divulgado por la ONG.
Dentro de esos albergues los baños están en mal estado, hay interrupciones diarias del suministro eléctrico y poca agua caliente, entre otras cuestiones, agrega el texto.
Según la ONG los refugiados que allí habitan están expuestos al frío y al viento helado en pleno invierno, pues el campamento está cerca del mar.
Añade el comunicado que solo se puede abandonar el refugio por motivos sanitarios y los migrantes cuentan únicamente con tres horas de libertad dos veces por semana.
El tema migratorio, sobre todo en el territorio insular de este país, es motivo de análisis recurrente entre Atenas y la Unión Europea, desde donde llegan críticas al gobierno del primer ministro Kyriakos Mitsotakis.
Pero tampoco el ente comunitario ofrece una solución para los miles de indocumentados que intentan llegar a suelo europeo en busca de mejores condiciones de vida.
Cada año centenas pierden la vida en las rutas marítimas o son víctimas de los traficantes de personas que actúan en medio de la inacción del ente regional.
Organizaciones internacionales y de derechos humanos denuncian estos hechos de forma frecuente, pero la falta de una política comunitaria común dilata la solución.
mem/ehl