De acuerdo con un artículo publicado en el sitio Pandem-IC, la isla realiza un trabajo estelar, pues superó a sus pares de ingresos medianos altos, actualmente casi completa el ciclo de vacunación primaria y está muy por delante de la mayoría de las demás naciones.
El reporte, titulado ¿Cómo le va al país en desarrollo mejor vacunado del mundo?, elogió la capacidad del territorio antillano de producir sus propios inmunizantes: Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus.
“Cuando se trata de cobertura total de vacunas, Cuba es actualmente el número uno dentro de los países en desarrollo. Eso es un logro notable. Es el resultado de un sólido desempeño en términos de cobertura de vacunación primaria (donde ocupa el número 3) y el puesto uno en cobertura de refuerzo”, reconoció la publicación.
En una comparación entre las variantes Ómicron y Delta, Pandem-IC informó que los casos nuevos en Cuba no excedieron, y ni siquiera se acercaron a su pico anterior, lo que contrasta marcadamente con la mayoría de los demás países del mundo.
En la misma línea, añadió, el impacto sobre la mortalidad ha sido pequeño, que es un patrón más común a nivel internacional.
La experiencia de Cuba ha sido verdaderamente notable, consideró el medio, y agregó que gracias al desarrollo y la elaboración de inmunógenos domésticos se pudo aumentar la cobertura de vacunas muy rápidamente.
“El éxito de la vacunación parece haber logrado muy buenos resultados, especialmente en el lado de la mortalidad. (…) los resultados son impresionantes”, alabó.
Según reseña en su página, Pandem-IC realiza un seguimiento de la Covid-19 por clasificación de ingresos del Banco Mundial (BM) y entre regiones, destacando las desigualdades en los resultados de la pandemia y subrayando la necesidad de soluciones equitativas.
Su creador, el asesor económico sénior en el Grupo del BM, Philip Schellekens, refirió en sus redes sociales que la experiencia cubana necesita ser emulada.
“La historia de Cuba es una historia que nos gustaría ver repetida en otras partes del mundo. Es de fundamental importancia que la producción de vacunas esté menos concentrada geográficamente y que las capacidades de fabricación se compartan más ampliamente”, alegó.
oda/ifs