Allí, a pocos pasos de la emblemática plaza de Marte, donde tiene su sede el Septeto Santiaguero, el director del Taller Cultural Luis Díaz dijo que se trata de un regalo a la urbe y mereció ese nombre antes de que la Unesco la declarara como creativa en la música, hace breve tiempo.
Justamente en el día de su cumpleaños, cuando se supone que él recibiera obsequios, decidió hacer este formalmente a una villa de 506 años, que sobresale mundialmente por sus aportes en géneros tradicionales que sedimentan la más auténtica música cubana.
Rodeado de vecinos y otros artistas y autoridades, con la presencia de Yaneidis Hechavarría, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular; y Marcos Campins, director de los Estudios discográficos Siboney, Tamayo afirmó que la obra fue realizada con lozas cerámicas esmaltadas.
Esa condición, apuntó, garantiza su perdurabilidad y solo precisa cuidados y conservación, por lo que será una significativa evidencia de la edición 15 del Festival Internacional de Pintura Mural InterNos, finalizada recientemente.
Agradeció el aporte de los creadores Isabel Palma y Henry Hechavarría, junto a otros artistas y trabajadores del Taller Cultural, de la Escuela-Taller Hugo Luisi y de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, en un empeño que involucró también a la Oficina del Conservador y la Fundación Caguayo.
Al reconocer también la participación de las filiales provinciales del Consejo de las Artes Plásticas y de la Unión de Escritores y Artistas, el pintor confesó el amor conque trabajó en ese mural que embellece un céntrico entorno de la urbe.
Por su parte, la presidenta del Gobierno local afirmó que se trata de un gesto altruista, que demuestra una vez más la valía de los artistas santiagueros y se inserta ya en el patrimonio de una de las principales calles de la ciudad y en uno de sus más notables ámbitos.
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