Erigido con el capital que dejara en legado el aristócrata local, de origen venezolano, que le da nombre, el coliseo clasifica como la principal institución cultural de una ciudad cuyo centro histórico fuera proclamado por la Unesco en 2005 como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
El Tomás Terry entra en la tipología de los llamados teatros a la italiana (en forma de herradura), característicos del siglo XIX en Cuba, integra junto al Sauto, de Matanzas, (oeste) y La Caridad, de Santa Clara (centro) la triada de las instituciones sobrevivientes de esa centuria en la mayor isla del Caribe.
Junto a la historia de la cultura que atesora su escenario, la arquitectura del macizo edificio, las pinturas y esculturas que se amalgaman en su interior lo convierten en un singular santuario para adorar las bellas artes.
La mencionada planta de teatro italiano, las persianas francesa, el estilo art nouveau, remates egipcios, obras pictóricas del artista filipino español Camilo Salaya y la mueblería de ascendencia norteamericana, conforman un eclecticismo que armoniza y encanta a la vez.
Un teatro es siempre una caja de sueños, suele decir el escrito Miguel Cañellas, desde hace casi tres décadas director del “Terry” como le conocen los cienfuegueros.
El teatro Tomás Terry en Cienfuegos, Cuba, es eso, una caja de sueños. Tiene las medidas humanas y fue hecho para la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad, con la finalidad de que se esparcieran y se lucieran, agrega el directivo cultural.
Tras destacar que se trata del edificio más lujoso y mejor construido de la ciudad, Cañellas subraya que siempre fue el espacio de todos, aunque con la lógica división clasista de la sociedad que lo vio surgir.
Desde su fundación en 1890 con una velada conjugadora de lo clásico y lo común, de lo profesional exquisito y lo aficionado talentoso, el Terry ha sido un teatro al servicio público, con un carácter polivalente, acogedor por siempre de lo mejor de cada género del arte, blasona su director.
En tiempos normales una de cada dos familias cienfuegueras (la ciudad ronda los 150 mil habitantes) asiste como promedio una vez al año al coliseo, sede cuatro compañías profesionales y una infantil.
En febrero de 2012, en ocasión de su aniversario 120, comenzó a organizar con carácter bienal los festivales del Monólogo Latinoamericano, evento que aunque interrumpido por la pandemia constituye un sello distintivo del quehacer cultural de la institución.
mem/fgn