Según una información divulgada por el Ministerio de Salud Pública (Minsap), cuando esta condición es detectada precozmente en el embarazo o durante las primeras etapas de la vida, se incrementa la posibilidad de ofrecer un mejor asesoramiento genético a la pareja y brindar atención especializada oportuna a estos niños.
Asimismo, el ente ministerial refirió que los avances tecnológicos favorecen el incremento de los índices de diagnóstico prenatal y postnatal.
Si bien no pueden prevenirse, para reducir el riesgo de tener un hijo con una cardiopatía congénita, el Minsap recomendó el consumo de ácido fólico de un miligramo al menos tres meses antes de la concepción del embarazo y evitar gestaciones en la adolescencia o pasados los 35 años de edad.
Igualmente, sugirió no ingerir bebidas alcohólicas, fumar, ni consumir otro tipo de drogas y seguir una dieta sana y equilibrada.
Dentro de los defectos congénitos, definidos como alteraciones en la estructura del sistema cardiovascular, consecuencia del desarrollo embrionario anormal del corazón antes del nacimiento, las malformaciones cardiovasculares se encuentran entre las anomalías más frecuentes, apuntó la fuente.
Remarcó que en el mundo alrededor de ocho de cada mil niños nacidos vivos padecen de esta dolencia.
Las cardiopatías congénitas más complejas suelen tener una grave repercusión con consecuencias fatales en la edad pediátrica y representan la primera causa de mortalidad infantil por defectos congénitos, añadió.
El Minsap refirió que en Cuba alrededor del 50 por ciento de los niños que fallecen cada año por esta causa portan una anomalía cardíaca.
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