Manila, su región y todo Filipinas pueden clasificarse ahora como de bajo riesgo en cuanto a la probabilidad de aumentar el número de casos, pero también en términos de tasa de morbilidad y capacidad de acogida del sistema sanitario, dijo el portavoz de la Presidencia, Karlo Nograles.
Tras un abrupto aumento de los contagios a inicios de año debido a la irrupción de la variante Ómicron del SARS-CoV-2, los contagios en el archipiélago fueron reduciéndose a un promedio diario de tres mil 600 la semana pasada y este martes solo fueron dos mil 10.
Entretanto, la ocupación de camas en los hospitales se redujo al 30 por ciento, el número de muertes bajó de una decena a cero en la fecha y la tasa de vacunación con dos dosis roza el 57 por ciento.
Después de Indonesia, Filipinas es el segundo país del sudeste asiático con más casos (tres millones 641mil 940) y fallecimientos (55 mil 146) en el sudeste asiático.
Su máximo de contagios data del 15 de enero último (39 mil cuatro) y el de muertes, del 30 de octubre del año pasado (423).
El alivio de la situación epidemiológica permitió al Gobierno reabrir las fronteras al turismo internacional la semana pasada.
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