Con sus trabajos, estas escultoras y pintoras reflejaron los diferentes estados anímicos del sirio que enfrenta las penurias de la guerra y el bloqueo, además de abordar otros temas como el amor, la belleza y la esperanza.
La vicepresidenta del Sindicato de Artistas Plásticos, Lina Deeb, comentó a Prensa Latina, que la exposición es una continuación de la labor artística y social que viene haciendo el grupo desde su creación en 2018 con el objetivo de activar el rol de la mujer en la reconstrucción de la familia, la sociedad, así como resaltar su potencial creativo.
“Mis cuadros representan la mujer que se mantuvo firme y fuerte durante los momentos duros de la última década”, dijo Deeb. Reconoció que mantener la esperanza es la meta principal ya que la frustración afectó a muchos creadores que tuvieron que dejar el arte por la difícil situación económica.
Sobre el nombre del grupo, la artista comentó que está inspirado en la civilización de Ugarit que floreció hace cuatro mil años en la costa siria y dio aportes al mundo como el primer alfabeto y la primera nota musical. Argumentó que la mujer en este reino desempeñaba un rol importante e incluso sagrado.
A su vez, Mayada Kelesley, la directora y dueña de la galería “Mushwar” que acoge la exposición, opinó que es verdad que el impacto de la guerra en el movimiento artístico sirio fue negativo en algunos aspectos, pero también fue positivo en otros.
“El artista se refugia en el arte para canalizar su estrés, retratar sus emociones, y también para buscar energía positiva y fuerza en medio de las difíciles circunstancias”, manifestó.
Añadió que aunque vivimos en plena guerra económica, existe abundancia y calidad en el quehacer artístico ya que el arte se convirtió en verdadero refugio del creador.
La escultora Amal Zayat participa con cinco obras que reflejan expresiones abstractas del ser humano con temáticas como el diálogo, la convivencia, la solidaridad, la felicidad y la continuidad de la vida.
Mientras Yesra Muhamed, profesora en el Instituto de Artes Aplicadas, quiso mediante cuatro esculturas hechas de madera y basalto alejarse de la guerra y expresar su interior que, según dice, intenta conservarlo puro e intacto.
La artista Ula Hilal retrató en sus esculturas de tamaño pequeño, dolorosas escenas del sirio obligado a abandonar su país, sin embargo, deja su corazón, sus recuerdos y sus raíces.
La creatividad, la esperanza y el feminismo resumen la exposición de las seis artistas que demostraron capacidad de resistir y superar la guerra no con las armas sino con la voluntad del arte.
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