Presentado de manera virtual por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), el estudio aporta datos sobre el conjunto de indicadores del desarrollo humano en los 82 cantones del país, y por primera vez desde 2007, incluye el Índice de Pobreza Multidimensional.
Sobre este parámetro, la investigación refleja que en 2020 los cantones más rezagados se encontraban en las zonas fronterizas del país, mientras por provincias, Limón presentó una condición particular al ubicar la mayoría de sus cantones por encima del promedio nacional.
En la acera contraria está la provincia de Heredia, cuyos cantones, a excepción de Sarapiquí, aparecen por debajo de ese promedio.
Durante la presentación del Atlas, el representante residente del PNUD en Costa Rica, José Vicente Troya, afirmó que permite diseñar y orientar políticas públicas efectivas que respondan a las necesidades particulares de las distintas comunidades.
Al respecto, mencionó la disminución de la pobreza y la generación de empleo decente que no pueden ser resueltas sobre la base de la intuición o las suposiciones.
«Más bien permite responder desde la ciencia de datos e ir más allá de los promedios que invisibilizan las diversas formas de desigualdad que se producen a nivel territorial y en las diferentes poblaciones de la sociedad costarricense», resaltó Troya.
El director de la Escuela de Estadística de la UCR, Johnny Madrigal, señaló que contar con indicadores en ámbitos subnacionales permite mantener el pulso de las condiciones sociales y económicas de las personas, pues este tipo de insumos apoyan en identificar los retos que deben atenderse como país.
De su lado, el ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, Juan Luis Bermúdez, afirmó que la reducción de brechas sociales y económicas para la recuperación social y la reactivación económica después de la pandemia de Covid-19 nos exige acelerar la toma de decisiones orientadas con justicia social.
Pero, sostuvo, ello demanda también que esas soluciones sean efectivas en sus resultados de desarrollo y eficientes en el uso de los recursos.
El Atlas, aseveró, resulta un instrumento pertinente para el diseño y seguimiento de políticas de precisión e impacto que promuevan en conjunto comunidades organizadas, gobiernos locales, sector privado y el tejido institucional.
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