En marzo la delegación comunitaria arribará a Beirut en respuesta a una invitación del gobierno para seguir el curso de un proceso que culminará el 15 de mayo, cuando los electores acudirán a las urnas.
La misión regional estará encabezada por el eurodiputado húngaro Gyorgy Hoelveni, y a un primer grupo se unirán otros 30 observadores en abril.
El anuncio estuvo acompañado de un comunicado del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien apuntó que el envío de los delegados pone de relieve el apoyo de Europa a la democracia libanesa.
La celebración de elecciones es ante todo un derecho y una expectativa del pueblo, así como una responsabilidad soberana que el gobierno de ese país del Medio Oriente debe cumplir.
Con unos seis millones de residentes, Líbano enfrenta la peor crisis económica y financiera en décadas con 80 por ciento de la población bajo el umbral de la pobreza, y una devaluación progresiva de la moneda local, según datos de la Organización de Naciones Unidas.
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