Uno de los primeros gestos del maestro pensionado fue el homenaje al líder histórico de la Revolución cubana en el monolito que guarda sus restos en el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia, acompañado por su hijo de 24 años, Emiliano, y funcionarios del Instituto de Amistad con los Pueblos (Icap).
Tras apreciar el audiovisual Fidel vive por siempre, los visitantes dominicanos departieron con integrantes de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, estudiantes haitianos y de ese país en universidades santiagueras y otros invitados a la sede del Icap.
Beillard evocó sus más de 20 años de activismo en apoyo a Cuba, principalmente desde la provincia de Valverde, de lo cual es un hito el emplazamiento de un monumento dedicado al paradigma revolucionario en terrenos de su familia y rodeado de símbolos de la historia nacional.
Dijo sentirse cubano y que inculca ese sentimiento a su hijo, al expresar su intención de que él sea heredero y continuador de ese empeño que permite acercar a dominicanos y a cubanos en un devenir por la independencia y la dignidad de los pueblos.
El licenciado en Ciencias Sociales aludió a la impresión que le causó la lectura del libro El rostro descubierto de la clandestinidad, con las memorias de la luchadora santiaguera Gloria Cuadras, al cual tuvo acceso hace unos años en una librería de La Habana tras la motivación causada por el título.
El profesor de historia recibió el reconocimiento Para un amigo sincero, instituido por el Icap, y sostendrá encuentros con autoridades universitarias y muy especialmente con la Cátedra honorífica para el estudio de la obra y el pensamiento de Fidel Castro en la Universidad de Oriente.
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