Las conclusiones finales revelaron, además, que el Ejecutivo dependió demasiado de la Agencia de Salud Pública, a la que otorgó mucho poder.
Dos informes anteriores de esa comisión reflejaron aspectos como una gestión gubernamental «lenta y deficiente» y el fracaso del sistema implementado para la protección contra la enfermedad en las residencias para ancianos.
Suecia es el más castigado por la Covid-19 entre los países nórdicos y al comienzo de la pandemia optó por muchas recomendaciones y pocas restricciones, según analistas.
Esta nación mostró entonces una de las tasas de mortalidad por la enfermedad más altas en el mundo, debido sobre todo al fallecimiento de ancianos, aunque ese indicador se redujo y está hoy entre los más bajos de Europa, de acuerdo con las autoridades de salud.
Con una población cercana a los 10,4 millones de habitantes, más de una quinta parte se infectó con el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la dolencia.
Las muertes relacionadas con la Covid-19 suman aquí 17 mil 142, con un índice de mortalidad de 166,09 por 100 mil habitantes.
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