Con la inmortalidad de los creadores puros y un ejército de colibríes escoltando su tránsito a la eternidad, se nos ha ido Ernesto Rancaño en la plenitud de su vida y su obra. Con dolor profundo, abrazo a su viuda y sus niños. #Cuba llora su partida, publicó el mandatario en su cuenta de Twitter.
En la propia red social, el Ministro de Cultura, Alpidio Alonso, refirió que Rancaño es uno de los seres más talentosos y buenos que conoció.
Su muerte desconcierta y nos deja huérfanos de su amistad generosa, de su lealtad callada y honda, del encanto de su ángel. Artistas así no se van del todo. Sigues, seguirás en los buenos, hermano querido, señaló.
Según autoridades de la cultura, el artista, quien falleció víctima de cáncer a los 53 años de edad, fue acreedor de un depurado universo visual, donde sobresalen la elegante belleza formal, una exquisita poética y la desbordante cubanía.
El presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Luis Morlote, expresó la tristeza infinita ante la pérdida de un gran hermano, de un extraordinario ser humano, de un artista total, comprometido con Cuba, su Revolución y su pueblo.
Graduado en la especialidad de Pintura y Dibujo en la Escuela Nacional de Arte en 1991, Rancaño es considerado como uno de los más importantes artistas de su generación mientras extendió su vasta obra a todo tipo de soportes y disciplinas, y forma parte de prestigiosas colecciones de Cuba, América y Europa.
Participó en la Brigada Marta Machado, liderada por Alexis Leyva Machado, Kcho, desde su fundación en 2008, y ayudó a comunidades de Cuba y Haití afectadas por fenómenos naturales como miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos.
Por decisión personal y familiar su cadáver será cremado.
acl/chm