El recubrimiento del felino de la izquierda, en cuya base está empotrada la tarja que identifica a la urbe como Patrimonio Cultural de la Humanidad, forma parte de las acciones integradas en el marco de la Decimocuarta Bienal de La Habana.
El principal evento de las artes visuales en la Isla arribó este fin de semana a la única ciudad fundada por colonos franceses en los dominios españoles en América.
La intervención pública Ramificaciones, parte del proyecto Árbol de la Esperanza, reúne a 15 artistas locales que se sumaron a la obra itinerante emprendida en enero por el creador Alejandro López en la vecina ciudad colonial de Trinidad, también patrimonio mundial.
Traspasar los tradicionales espacios de las instituciones (galerías y museos) para acercarla a la gente, es el propósito del creador del Árbol de la Esperanza.
Me propuse hacer un proyecto que incluyera a varias provincias, participantes en la Bienal, el cual terminará (su recorrido) en La Habana, explicó López al dejar inaugurada la muestra al aire libre.
El artista calificó su creación como obra procesual, en continuo cambio y movimiento.
Antes de arribar a Cienfuegos, 240 kilómetros al sudeste de La Habana, el proyecto artístico se desplazó desde Trinidad a la también villa colonial de Sancti Spíritus, capital provincial a la cual pertenece la cuna de la expo.
Los dos leones de mármol que dan acceso por el Este al parque José Martí llegaron a Cienfuegos en 1862, procedentes de Nueva York para convertirse en el primer mobiliario urbano de la villa fundada 43 años antes. (1819).
Para Cienfuegos está es la segunda ocasión en que sirve de locación a un segmento de la Bienal, luego de que en 2019 el colectivo artístico local Mar Adentro emplazara intervenciones públicas a gran escala en el entorno del Muelle Real, espacio emblemático del abrazo de la ciudad con la bahía circundante.
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