Así lo asegura el autor, Hedelberto López Blanch, quien en su texto desmonta la propaganda acuñada por poderosos medios de comunicación estadounidense de que los emigrados cubanos se abrieron paso por sí solos y que más de un devino millonario por las bondades del sistema.
Blanch, en conversación con Prensa Latina, dijo que la obra, reeditada y publicada ahora por la editorial Nuevo Milenio, es la cosecha de exhaustivas investigaciones realizadas en Estados Unidos.
Miami Dinero Sucio se nutre de consultas a personas, archivos en bibliotecas, universidades, órganos de prensa y en las cortes Civil y Penal de esa urbe de Florida, donde identifiqué las verdaderas raíces de muchas de esas fortunas surgidas prácticamente de la nada, apuntó.
En el libro se destapan hechos de corrupción, tráfico de drogas, nombramientos de abogados bajo presión, sobornos a periodistas, acotó.
También manipulación de elecciones, lavado de dinero en el llamado Gran Miami, contratos fraudulentos millonarios con el gobierno condal, prebendas políticas, administrativas, desfalcos milonarios a organizaciones federales y estaduales, así como abusos de poder.
Según el autor, todo ello hace de Miami una de las ciudades más corruptas de la Unión Americana.
En esta reedición aparecen connotados funcionarios, hombres de negocios y representantes federales como Jorge Mas Canosa, Carlos Salman y Raúl Masvidal, altos ex dirigentes de la Fundación Nacional Cubano Americana; senadores y representantes como Marcos Rubio, Bob Menéndez, Mario y Lincold Díaz Balard.
Ellos y otros que también se entrelazan en las redes de la corrupción que envuelven a la sociedad estadounidense.
Sobresale en la obra la entrevista publicada en la revista Réplica, el 30 de mayo de 1973, a Manuel Giberga, el cubano de más alto cargo en la administración de Richard Nixon y quien fue designado por el presidente como asesor hispano del Director Federal del Buró de Narcóticos.
Giberga dijo: “se esta formando en Miami una especie de mafia cubana que tiene por objetivo controlar la ciudad al estilo de cómo se hizo por los gangsters de Chicago en la época de Al Capone”.
Y agregó: “los que están detrás de ese plan intentan controlar la ciudad desde el punto de vista económico y político. Es decir, mandar aquí sobre todo el mundo, imponiendo una especie de terror con la anuencia de algunos agentes de la autoridad”.
López Blanch afirma que el control de la mafia cubanoamericana se extendió a Washingon y hoy domina la política de la Casa Blanca hacia Cuba, para incrementar sus prebendes y hacer más férreo el bloqueo económico, financiero y comercial contra la isla.
Esta edición cuenta con el prólogo del Héroe de la República de Cuba, Gerardo Hernández, quien estuvo infiltrado en las organizaciones contrarrevolucionarias miamenses y conoce de primera mano sus procederes.
Hedelberto López Blanch (La Habana 1947) es el autor, entre otros, de títulos como La emigración cubana en Estados Unidos; Descorrendo mamparas; Bendición cubana en tierras sudafricanas; Historias secretas de médicos cubanos en África, y Las mascotas de la guerra.
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