Moalimu, quien sobrevivió a un atentado suicida el pasado 16 de enero, se alzó la víspera con la curul HOP#068 tras la votación en la ciudad de Beledweyne, en el estado de Hirshabelle, a 335 kilómetros al norte de Mogadiscio.
Necesitaba el apoyo de los 101 delegados de su clan para luchar por uno de los 25 escaños de la localidad, como parte de las elecciones parlamentarias que ahora tienen como plazo el 15 de marzo luego de incumplir el anterior (fijado para el día 25).
El ahora parlamentario sobrevivió a otros tres ataques. Los grupos armados violentos pertenecientes a al Shabaab reivindicaron inmediatamente el atentado de enero pasado.
Reunidos de manera virtual el primer ministro Mohamed Hussein Roble y los líderes regionales acordaron la prorroga el pasado día 24 de las elecciones, después de verificarse que solo estaban escogidos 175 miembros de la Cámara del Pueblo y 54 de la Cámara Alta.
La decisión del aplazamiento está contenida en un documento de seis puntos, que incluye el compromiso de garantizar una cuota de 30 por ciento para mujeres parlamentarias, así como el agradecimiento por la paciencia de los somalíes para llevar a buen término los comicios.
La culminación de los comicios conllevará a la elección de otro jefe de Estado, toda vez que el mandato de Mohamed Abdullahi «Farmajo» terminó en abril del año pasado sin que se escogiera a su sucesor.
Somalia vive en la inestabilidad política desde el derrocamiento en 1991 del ya fallecido presidente Mohamed Siad Barre.
Grupos extremistas armados actúan prácticamente sin control en zonas rurales del centro y sur del país, y unido a ello, Farmajo y el primer ministro Mohamed Hussein Roble viven en permanentes polos opuestos.
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