Después de una entrada en la que arremetió contra Rusia por el conflicto en Ucrania, Biden aterrizó en temas domésticos como la pandemia de Covid-19, la inflación y la economía.
En ese sentido, apuntó que la reforma migratoria es una prioridad económica.
«No solo es lo correcto, es lo económicamente inteligente», acotó al insistir «si queremos avanzar en la libertad y la justicia, tenemos que asegurar la frontera y arreglar el sistema de inmigración”.
«Podemos hacer ambas cosas», añadió el mandatario en una alocución en la que trató todo el tiempo de levantar los ánimos de los estadounidenses y por supuesto, los puntos a su favor en las encuestas.
Según los deseos de Biden, debe lograrse una vía de acceso a la ciudadanía para los Dreamers o Soñadores (estudiantes indocumentados que hubiesen llegado a este país cuando eran menores de edad), los trabajadores agrícolas y los esenciales.
Sin embargo, no expuso una vía política para alcanzar un consenso legislativo al respecto, cuando no es secreto que ha sido casi nulo el avance de su agenda de gobierno debido, entre otras causas, a las divisiones internas entre miembros de su propio partido en el Congreso.
Algunos analistas estiman que la crisis migratoria en la era Biden es hasta ahora sin muro, pero la misma política de su antecesor republicano, Donald Trump.
Estados Unidos rondó en el año fiscal de 2020 -que acabó el 30 de octubre de 2021-, su récord histórico de detenciones de inmigrantes en la frontera.
De acuerdo con estadísticas oficiales, se produjeron más de un millón 659 mil 200 arrestos.
El ocupante del Despacho Oval también anunció iniciativas destinadas a erradicar la usurpación de identidad y el fraude en los programas de ayuda implementados en respuesta a la Covid-19.
Pidió al Congreso que aumente las penas para quienes cometan fraudes pandémicos «atroces».
Las iniciativas amplían las medidas ya adoptadas por el gobierno federal para hacer frente al problema respecto a las prestaciones públicas destinadas a los trabajadores y a las pequeñas empresas perjudicadas por la pandemia.
Según la Comisión Federal de Comercio, entre 2019 y 2020 se produjo un aumento del tres mil por ciento en las denuncias de robo de identidad de prestaciones públicas.
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