La entidad sancionó a los representantes de ambas naciones en respuesta a la operación militar de Moscú en Ucrania.
Ya estaba previsto que los rusos compitiesen bajo las siglas CPR, la abreviatura de Comité Paralímpico Ruso, como medida a los casos de dopaje en los Juegos de Invierno de Sochi 2014 y su posterior encubrimiento.
El CPI añadió más restricciones antes de la inauguración de la cita paralímpica el jueves, pero no llegó a la expulsión de Rusia, mientras Belarús recibió la sanción por su colaboración con Moscú en la intervención contra Ucrania.
«A la hora de decidir las acciones que debería tomar el CPI, era fundamental que trabajáramos dentro del marco de nuestra nueva constitución para mantenernos políticamente neutrales y dentro del Manual del CPI, las normas y regulaciones que rigen el Movimiento Paralímpico», afirmó el presidente del organismo, Andrew Parsons.
El Comité Olímpico Internacional (COI) presionó el lunes a las distintas federaciones deportivas que excluyeran a los atletas rusos de las competencias internacionales, pero dejó la decisión final en manos de cada entidad.
Aunque el COI sí ha permitido la presencia de los representantes rusos en las cuatro citas olímpicas celebradas desde la de Sochi.
De acuerdo con la máxima organización olímpica, ahora era necesario actuar para «proteger la integridad de las competiciones deportivas mundiales y la seguridad de todos los participantes».
La natación no siguió la recomendación del COI de prohibir la presencia de deportistas rusos y les permitirán competir como neutrales, una medida que sí adoptada por disciplinas como el patinaje sobre hielo, el fútbol, el hockey, el baloncesto y el atletismo, además de los organizadores de algunos torneos de tenis.
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