Una vez más, los santiagueros demuestran su gusto por esa manifestación clásica, en una ciudad donde se combinan muy bien las preferencias por proverbiales expresiones de la cultura popular tradicional con las que provienen de esos otros linajes artísticos.
En la conferencia de prensa, la directora, Viengsay Valdés, explicó la satisfacción por bailar Coppelia, una pieza muy importante que hace ocho años no interpretaban en Cuba, siendo parte entrañable del repertorio desde 1948, año de la fundación de la compañía.
Añadió que se trata de una puesta muy popular, que ha sido aclamada por el público, al punto que ese fue el nombre escogido por Fidel Castro y Celia Sánchez para identificar a la heladería inaugurada a mediados de la década de los 60 del pasado siglo en pleno centro de La Habana.
Es una forma de reconocer ese arraigo por nuestro pueblo, añadió la bailarina al enfatizar en las virtudes de una obra que combina el carácter de las danzas folclóricas, típicas de determinadas regiones europeas, con la pantomima mediante la cual el bailarín se comunica con el espectador.
El rescate de ese emblemático ballet es una de las claves de estas actuaciones del BNC por el Oriente cubano, que se extenderá hasta el 13 venidero e incluirá a las provincias de Granma y Holguín, con una población igualmente deseosa de disfrutar esa joya de la danza mundial.
En este empeño del colectivo dirigido por Viengsay desde el fallecimiento en el 2019 de la prima ballerina assoluta cubana Alicia Alonso, sobresale el protagonismo de los jóvenes intérpretes Chavela Riera, Daniela Gómez y Amanda Pérez.
Los noveles bailarines alternarán sus salidas en los roles principales con los consagrados Anette Delgado y Dani Hernández.
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