Teníamos que decidir si permitíamos el paso de los envíos de armas a través de la frontera entre Hungría y Ucrania y decidimos prohibirlo, pues hay húngaros residentes en ese territorio y no podemos apoyar ninguna acción que ponga en peligro su seguridad, explicó Orbán.
Sobre el tema, añadió que su nación prevé una de las operaciones de ayuda humanitaria más grandes de su historia con un paquete de medidas valoradas en 1,6 millones de euros y resaltó los suministros facilitados en los últimos días.
Participamos en los “esfuerzos conjuntos de paz” de la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero no enviamos soldados o armas porque eso pondría en peligro vidas húngaras, argumentó el funcionario.
De igual forma, se pronunció el ministro de Exteriores Peter Szijjarto, quien comunicó que su pueblo no quiere esta guerra y anunció la abstención de su país en participar de forma nacional o bilateral en el conflicto.
Acordamos activar el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, pues queremos estabilidad en la región y con nuestros vecinos, resaltó Szijjarto. to/hml