La decisión la tomó este viernes el gabinete encabezado por el presidente Paul Kagame, después de verificar un control de la enfermedad, ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2, y acercarse al 60 por ciento de la población completamente vacunada, es decir 7,8 millones de los 12,9 millones de habitantes.
Antes, este sábado los comercios abrieron con normalidad después de dejarse sin efecto un toque de queda nocturno, que duró desde marzo de 2020.
Hasta esta jornada solo pueden utilizar los pasos fronterizos los ciudadanos que regresan al país y los conductores de camiones de carga.
Sin embargo, los ruandeses y extranjeros residentes están obligados a vacunarse completamente -dos dosis de un inmunógeno y otra de refuerzo- para acceder a los servicios y lugares públicos.
También se mantiene la obligación de presentar pruebas negativas para la detección de la Covid-19 a los asistentes a eventos públicos, pero acortaron el plazo de 72 a 48 horas de anticipación.
Entretanto, las bodas, los funerales, las conferencias y las reuniones pueden celebrarse a plena capacidad.
Desde el comienzo de la pandemia, Ruanda reportó 130 mil afectados. De ellos, murieron casi mil 500.
Las autoridades sanitarias ya administraron más de 18,2 millones de dosis de preparados contra la dolencia.
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