Tras la firma del presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, de una petición del ingreso al bloque regional, sus 27 miembros dieron el paso de activar el proceso, a partir de un acuerdo a nivel de embajadores para solicitar un dictamen a Bruselas.
Sin embargo, varios miembros de la UE expresaron su preocupación por lanzar un procedimiento ‘expréss’ y pusieron en duda la capacidad de Kiev de realizar reformas europeas en el contexto del conflicto bélico en esa nación.
Además, la entrada por la vía rápida choca con el proceso de ampliación comunitaria basada en el mérito, que defienden países como Alemania o Países Bajos, frente al entusiasmo mostrado por los países del este de Europa para agilizar la adhesión de Ucrania.
El análisis técnico de Bruselas normalmente puede tardar años por implicar un gran nivel de detalle y el envío de una delegación al terreno dentro de los trabajos de evaluación.
Bosnia y Herzegovina fue el último país que solicitó su ingreso en el club comunitario, después que los Estados miembros pidieron en septiembre de 2016 a Bruselas estudiar la petición y su dictamen no llegó hasta mayo de 2019.
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