Marta Denis Valle
Historiadora, periodista y colaboradora de Prensa Latina
A 130 años de aquel momento, la publicación conserva su trascendencia histórica pues fue capaz de uno de los esfuerzos más arduos: la elevación del sentimiento patriótico y la legitimación de la nación cubana forjada en los campos de Cuba Libre durante diez años de gloria y sacrificios (1868-1878), en la primera guerra independentista.
En momentos en que avanzaban los trabajos organizativos era indispensable contar con un medio de difusión “para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad…”, según Martí. En su honor cada año los trabajadores de la prensa cubana celebran su día en esta fecha.
A tantos años de aquella gesta, no fue una casualidad que a este periódico lo llamara Patria para librar una batalla de ideas contra el desaliento en las dispersas filas independentistas y frente a los autonomistas y anexionistas que rechazaban un futuro para la nación cubana.
Bajo el título Nuestras ideas, Martí expresa en el primer número “Nace este periódico, por la voluntad y con los recursos de los cubanos y puertorriqueños independientes de Nueva York, para contribuir, sin premura y sin descanso a la organización de los hombres libres de Cuba y Puerto Rico…”
En las páginas de Patria se escribió con orgullo de los protagonistas de la Guerra Grande, de las emigraciones, de las mujeres y de los jóvenes cubanos; de cuanto podía interesar a sus lectores.
Contribuyeron a su aparición y sostenimiento los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso, e intelectuales cubanos y puertorriqueños que vivían en Nueva York.
Martí dirigió el periódico y participó en muchas de sus secciones, hasta que marchó a Cuba y murió en combate el 19 de mayo de 1895.
El 17 de junio de 1895 se admite la dolorosa noticia y Patria confirma oficialmente: “Al entrar en prensa el presente número recibimos la cruel certidumbre de que ya no existe el apóstol ejemplar, el maestro querido, el abnegado José Martí”.
Fueron sus colaboradores principales Gonzalo de Quesada y varios cubanos, junto con el independentista puertorriqueño Sotero Figueroa Hernández (1851-1923). En su ausencia por alguna salida de la ciudad, como la gira por Santo Domingo y otros países caribeños, se turnaban en la dirección Gonzalo de Quesada y Sotero Figueroa.
También contó con colaboradores cercanos, entre otros, Benjamín Guerra, Ramón Luis Miranda y Rafael Serra.
En 1895 se incorporaron Enrique José Varona y otros patriotas como Manuel de la Cruz, Francisco de Paula Coronado y Bonifacio Byrne.
OBJETIVOS DE PATRIA
El patriotismo es un deber santo, cuando se lucha por poner a la patria en condición de que vivan en ella más felices los hombres, señala Martí, y afirma: Es criminal quien promueve en un país la guerra que se le puede evitar; y quien deja de promover la guerra inevitable.
En el número del 19 de marzo de 1892 dice que Patria No es órgano del Partido Revolucionario Cubano (PRC) ya a punto de ser proclamado el 10 de abril de ese año.
Esta idea la reiteró, el 30 de abril, a los Clubes Revolucionarios Cubanos que habían saludado la publicación en calidad de órgano; para Patria “es premio grande el ser órgano del patriotismo virtuoso y fundador”, apunta.
Apoyado por las primeras asociaciones, Martí creó, en 1892, el Partido Revolucionario Cubano (PRC), con el objetivo principal de lograr la independencia absoluta de Cuba, y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico.
Los fondos fueron aportados en su mayoría por las capas más humildes de la emigración cubana, que donaban un día de su labor para la independencia Patria.
Esto fue posible tras muchos años en que las heridas en el alma patria habían impedido reanudar exitosamente la larga lucha anticolonial sostenida en dos cruentas guerras anteriores (1868-1878 y 1879-1880).
El PRC aglutinó a los patriotas sin distingos de clase, sexo, color o desarrollo intelectual; fue capaz de unir todos los elementos dispersos, no era un frente único, sino una agrupación multiclasista para preparar el enfrentamiento armado al poderoso colonialismo español.
En Patria aparecieron los momentos esenciales de ese proceso y artículos cruciales como el III año del Partido Revolucionario Cubano (Patria, Nueva York, 17 de abril de 1894):
“Quien se levanta hoy con Cuba, se levanta para todos los tiempos”.
Expone principios que sostendrá hasta el último día:
“…la independencia de Cuba y Puerto Rico no es sólo el medio único de asegurar el bienestar decoroso del hombre libre en el trabajo justo a los habitantes de ambas islas, sino el suceso histórico indispensable para salvar la independencia amenazada de las Antillas libres, la independencia amenazada de la América libre, y la dignidad de la república norteamericana. ¡Los flojos, respeten: los grandes, adelante! Esta es tarea de grandes”.
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