Con el calentamiento de la atmósfera, baja la probabilidad de eventos de mortandad masiva en los mares, sin embargo, los refugios y los períodos de recuperación desaparecen, precisó un estudio divulgado por la publicación estadounidense.
Las olas de frío son también un 15 por ciento menos intensas, remarcó el autor principal Yuxin Wang, científico del océano y el clima de la Universidad de Tasmania.
«Estos períodos juegan un papel dual al influir en los ecosistemas», acotó el experto, mientras señaló que compensan los impactos del calor.
Establecer tendencias globales del frío marino y su relación con el calentamiento global es un paso importante, pero se necesitan más investigaciones para limitar los efectos regionales y locales, aseveró Wang.
«Los eventos extremos afectan a las comunidades, economías costeras, y es posible que muchas personas no sepan cómo se intensificarán en el futuro”, advirtió, por su parte, la oceanógrafa física de la Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas, Grecia, Sofia Darmaraki.
La información sobre las causas físicas subyacentes de estos eventos extremos puede ayudar a mejorar el pronóstico, lo que conduciría al desarrollo de sistemas de alerta temprana, añadió la académica, quien no participó en el estudio.
Esos datos se proporcionarían a las pesquerías y demás partes interesadas, y colaborarían con las mejores adaptaciones, el mejor camino a seguir, expresó Darmaraki.
Cuanto mejor sepan las comunidades qué esperar, mejor podrán prepararse, concluyó la experta luego del análisis de los datos de temperatura de la superficie del mar desde 1982 hasta 2020.
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