Los participantes afirmaron que ya pasaron siete meses desde que recibieron sus salarios y no se les permite ejercer la profesión.
Con la llegada de los talibanes al poder en agosto de 2021, muchos jueces del anterior gobierno fueron acusados de corrupción y de otros delitos.
Hasta ahora no se han tomado decisiones sobre el destino de los jueces y estamos en un estado de incertidumbre, expresó Nasir Ahmad Delavar, un manifestante.
Por su parte, Bilal Karimi, portavoz adjunto de la dirección actual del país, señaló que varios magistrados no involucrados en corrupción todavía trabajan.
Con la caída del gobierno anterior, un gran número de jueces de la Corte Suprema perdieron sus puestos y 180 de ellos abandonaron Afaganistán.
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