Antes de entregar la nota al Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral(Mitradel)
el secretario general de Suntracs, Saúl Méndez, reiteró que el objetivo final del paro es la firma del Convenio Colectivo de Trabajo 2022-2025, al que se niega la Cámara Panameña de la Construcción (Capac), y desatiende los reclamos de aumento salarial.
Desde septiembre de 2021 comenzaron estas negociaciones en las que el Mitradel actúa como intermediario, pero sin los resultados esperados, precisó.
La Capac, por su parte, hizo un llamado a los trabajadores de las empresas miembros para que no apoyen la paralización por tiempo indefinido y advirtió sobre los graves perjuicios que traería en las actuales circunstancias de la industria.
Para ese gremio empresarial, los dirigentes sindicales proponen sueldos no atendibles por encima de las posibilidades reales.
Por su parte, Méndez afirmó que «nosotros no estamos pidiendo limosnas, si no salarios que respondan al alto costo de alimentos, medicamentos, combustible, electricidad, transporte y otras necesidades básicas del trabajador y su familia».
Suntracs demanda un aumento salarial de 70 centavos de dólar por hora para los próximos cuatro años, mientras que la Capac mantiene una oferta de siete centavos/dólar por hora para el mismo periodo.
Méndez reiteró la postura de que se haga justicia social y mejor distribución de la riqueza que generan los trabajadores, de ahí la demanda.
Otro de los dirigentes de Suntracs presente en las negociaciones, Genaro López, señaló a Prensa Latina que “no es justo que los insumos de la construcción han subido de precios y los empresarios los pagan, pero cuando el obrero pide un aumento salarial entonces es un problema”.
Estadísticas oficiales que publica este lunes el diario La Estrella de Panamá refieren que en 2018 una huelga del Suntracs -el mayor sindicato del istmo-, con una duración de más de 30 días, generó pérdidas económicas importantes, con un impacto un poco más de 1,0 por ciento en el crecimiento del Producto Interno Bruto.
A juicio del presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura de Panamá, José Ramón Icaza, un paro de esa magnitud, afectaría también a los indirectos que dependen de esa actividad.
Para el consultor laboral, René Quevedo, las huelgas son nefastas para los esfuerzos por cultivar un clima de confianza que estimule las inversiones necesarias para generar empleos formales en la empresa privada.
El experto señaló que ya el 2020 vio a 648 mil trabajadores asalariados perder sus empleos o suspensión de contratos laborales.
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