De acuerdo con el secretario nacional del Partido Comunista Francés, el año pasado los principales grupos industriales de los sectores automotor, energético y de las materias primas obtuvieron 160 mil millones de euros de ganancias, la cifra más alta en 15 años, pese a la pandemia de la Covid-19.
“¿Cómo es posible esto?, si los franceses pagan más por el combustible, la electricidad y el gas, y 30 mil o 40 mil euros por los vehículos eléctricos o híbridos”, preguntó en declaraciones a la cadena radial France Inter, a menos de tres semanas de los comicios del 10 de abril.
Roussel insistió en que durante los períodos de guerra y de pandemia, como el actual, urgen medidas, en particular el destino del ciento por ciento de los beneficios de las grandes compañías al aparato productivo, los salarios, la capacitación profesional y otras áreas.
Si no hacemos esto, y yo lo haría de ser presidente, qué pasará con el 2022, cuando al final esos mismos grupos celebrarán ganancias récords, mientras nosotros nos habremos apretado la cintura; y pienso en los retirados, quienes pasan mucho trabajo para pagar sus facturas de gas y electricidad, advirtió.
Para el candidato presidencial, situado séptimo en las encuestas con hasta un cinco por ciento de las intenciones de voto, las cosas en Francia no pueden seguir así.
En su intervención, el también diputado lanzó duras críticas contra la propuesta del presidente y favorito a la reelección Emmanuel Macron de extender hasta los 65 años la edad de jubilación en el país, tres más que la actual.
Eso significaría ahorrar nueve mil millones de euros a costa de las espaldas de nuestros retirados, para hacer más ricos a los ricos, denunció.
Roussel aseguró que de llegar al Palacio del Elíseo, la edad bajaría a 60 años, después de 37.5 de cotizaciones anuales.
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