Aunque los planes gubernamentales se divulgaron el año pasado, todavía ninguna empresa recibió las autorizaciones requeridas para la producción, expuso en un artículo el portal The New Times.
En junio del año pasado, en un boletín oficial el gobierno estableció un marco para el cultivo, el procesamiento, la distribución y el uso responsables y seguros del cannabis en el país.
La Junta de Desarrollo de Ruanda (RDB), según la publicación, dio cuenta que un número importante de empresas mostró interés en el cultivo, el procesamiento y la exportación de cannabis.
Sin embargo, las autoridades fijaron un proceso riguroso para seleccionar a las entidades y hasta ahora solo cinco se encuentran en una fase avanzada, de acuerdo con la RDB, entidad que aclaró no concedió todavía ninguna licencia.
Entre los requerimientos se cuenta un sistema de seguridad efectivo para impedir que el producto llegue a las calles del país, lo cual incluye videocámaras, personal de vigilancia y perímetros bien establecidos, explicó recientemente la directora ejecutiva de la RDB, Claire Akamanzi.
Se espera que el producto pueda llegar a los mercados de Estados Unidos, Canadá y países miembros de la Unión Europea (UE).
Una hectárea de cannabis puede reportar una producción por valor de 10 millones de dólares contra 300 mil dólares que se obtienen de similar espacio sembrado de flores.
Ruanda impone multas de 500 mil a cinco millones de francos ruandeses, unos 480 a cuatro mil 900 dólares, respectivamente, por el consumo de cannabis, y las penas de cárcel van de tres a cinco años.
rgh/ro