La solicitud bajo la firma de hijos e hijas de Ganzourgou apeló a la solidaridad fraternal del gobierno del presidente de transición, teniente coronel Paul-Henri Damiba.
La carta, fechada el pasado día 19 en Zorgho (la capital provincial), fue publicada íntegramente este lunes por el portal Le Faso.
Esperamos que se tomen todas las medidas para que el exmandatario pueda disfrutar de sus derechos como ciudadano y como exjefe de Estado, añadieron en el texto de dos cuartillas.
Kaboré fue arrestado el pasado 24 de enero en la secuencia del golpe militar dirigido por Damiba. Desde entonces solo se le vio en público el pasado 31 de enero en ocasión de la visita de una misión conjunta de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao).
Existen diversas versiones acerca de que se encuentra en prisión domiciliaria en una de las residencias oficiales de la presidencia.
Tras un amotinamiento de uniformados el 23 y 24 de enero pasados por alegada falta de recursos para combatir el terrorismo, el Movimiento Patriótico para la Salvaguarda y la Restauración tomó el poder político en el país.
A principios de este mes Damiba asumió la jefatura de Estado por un periodo de transición de tres años.
En la misiva, los ciudadanos de Ganzourgou recordaron que el pueblo burkinés eligió democráticamente a Kaboré el 29 de noviembre de 2015 y luego lo reeligió el 22 de noviembre de 2020. Lo necesitamos libre, expresaron.
Unido a ello, el ejecutivo comienza a sentir la presión popular para producir resultados en la lucha contra las acciones de grupos armados fundamentalmente en el norte del país, luego que se anunciara la muerte el fin de semana de 13 gendarmes en la zona oriental.
Durante la primera reunión del Consejo de Ministros, este viernes, el portavoz gubernamental y titular de Educación Lionel Bilgo aseguró sin dar detalles que existen estrategias militares que no se pueden explicar públicamente.
Se está haciendo todo lo posible para que tenga resultados, añadió Bilgo.
Pero la confianza mostrada por el gobierno contrasta con la creciente preocupación de la población, que considera que, casi dos meses después de la caída de Kaboré, la situación apenas cambió, opinó en un editorial el cotidiano Burkina24.
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